-NUEVA EVIDENCIA DE DOMESTICACION TEMPRANA DEL CABALLO: Un an?lisis
cuidadoso de los compuestos qu?micos presentes en suelos de un
yacimiento arqueol?gico de la Edad del Cobre en el norte de
Kazajst?n, ha permitido obtener nuevas evidencias de caballos
domesticados hace 5.600 años.
El descubrimiento, hecho gracias a una presencia mayor de lo normal de
f?sforo en los suelos analizados dentro de lo que parecen ser
vestigios de corrales para caballos, al lado de antiguas chozas
(reconocibles como tales por la parte de las mismas que se excavaba en
tierra), corresponde a lo que se esperar?a de la tierra enriquecida
por esti?rcol de caballo. El yacimiento arqueol?gico de Krasnyi Yar
estaba habitado por personas de la cultura Botai de la Estepa
Eurasi?tica, que depend?an mucho de los caballos para transporte,
alimentaci?n, y enseres.
Hay poca evidencia directa de domesticaci?n del caballo en fechas tan
remotas. Ello se debe a que hace 5.600 años no hab?a ninguna silla de
montar, ni piezas de metal, cuyos restos pudieran ahora ser
encontrados. Previsiblemente, elementos tales como bridas, correas, y
maniotas (trabas) fueron confeccionados con tiras de piel de caballo, y
deben haberse descompuesto hace mucho tiempo. Por otra parte, los
caballos f?sicamente han cambiado poco como resultado de la
domesticaci?n, al contrario que los perros o el ganado. As? que los
huesos antiguos de caballo no revelan con facilidad los secretos de la
domesticaci?n.
El equipo de Sandra Olsen, una arque?loga e investigadora de la
domesticaci?n del caballo en el Museo Carnegie de Historia Natural en
Pittsburgh, tom? un rumbo diferente de investigaci?n. Ella y sus
colegas buscaron evidencias circunstanciales de que los pobladores de
ese antiguo asentamiento alojaban y manten?an caballos. Una de sus
estrategias de estudio fue inspeccionar los suelos de Krasnyi Yar con
instrumentos para detectar sutiles irregularidades el?ctricas y
magn?ticas. Gracias a esto, pudieron identificar la antigua ubicaci?n
de 54 chozas, y docenas de conjuntos de restos de lo que un d?a fueron
postes clavados verticalmente en el terreno. Algunos de estos conjuntos
de restos de "ra?ces" de postes estaban colocados circularmente, como
ser?a lo m?s pr?ctico para un corral.
Luego, el ge?logo Michael Rosenmeier de la Universidad de Pittsburgh
recolect? muestras de tierra de dentro del ?rea cercada y de fuera
del asentamiento humano en las cercan?as del lugar. Las muestras se
analizaron para medir concentraciones de nitr?geno, f?sforo, potasio,
y sodio. Los an?lisis fueron efectuados por Rosemary Capo, geoqu?mica
de la Universidad de Pittsburgh, y sus colaboradores.
El esti?rcol del caballo moderno es rico en f?sforo, potasio, y
sobre todo en nitr?geno, comparado con las tierras no perturbadas por
la concentraci?n de animales. El nitr?geno, no obstante, debido a su
notable movilidad en las tierras, puede perderse en aguas
subterr?neas, o ser transferido a la atm?sfera por procesos
org?nicos e inorg?nicos. El f?sforo, en cambio, puede fijarse en el
lugar gracias al calcio y al hierro, y es m?s probable que sea
conservado en las tierras durante milenios.
Significativamente, la tierra dentro del supuesto corral ha resultado
tener hasta diez veces la concentraci?n de f?sforo de las tierras de
fuera del asentamiento. Grandes cantidades de f?sforo pueden tambi?n
indicar un emplazamiento fijo de hogueras dom?sticas para cocinar y
calentarse, pero ese f?sforo normalmente est? acompañado por mucho
potasio, y ese no es el caso en el corral de Krasnyi Yar.
Las tierras del corral tambi?n tienen bajas concentraciones de
nitr?geno, reduciendo la probabilidad de que el f?sforo proviniera de
esti?rcol m?s reciente.
Informaci?n adicional en:
http://www.amazings.com/ciencia/noticias/011206b.html